- Conocer los tipos polínicos a los que se es alérgico y conocer los periodos de polinización de las plantas que los producen.
- Utilizar gafas de sol en el exterior y mascarillas para evitar el contacto con las mucosas de la boca, nariz y ojos. Extremar la higiene de manos y cara, limpiando con agua fresca nariz y ojos frecuentemente.
- Seguir la medicación según las pautas prescritas por los médicos. Los fármacos antihistamínicos pueden producir somnolencia y disminución de la atención, lo que debe tenerse muy en cuenta a la hora de conducir y realizar otras actividades que requieran concentración.
- Evitar el contacto directo con las plantas productoras del polen al que se es alérgico.
- Viajar en coche con las ventanillas cerradas (evitando desplazamientos en moto o bicicleta).
- Emplear filtros de polen en el aire acondicionado de las viviendas y los vehículos.
- En el domicilio utilizar aspirador y limpiar el polvo con bayeta húmeda. Dormir con las ventanas cerradas.
- Las concentraciones de polen en el aire aumentan en días con tormentas primaverales de alto contenido eléctrico y fuertes vientos, en los que el polen se moviliza y reflota en el aire.
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